Cuya cosecha el hambriento come - Es decir, no se les permite disfrutar de los recursos de su propio trabajo. El campo de cosecha está sujeto a las depredaciones de otros, que se las arreglan para poseerlo y consumirlo.

Y lo saca incluso de las espinas - O, lo agarra hasta las mismas espinas. Es decir, el ladrón hambriento se apodera de toda la cosecha. Se lo lleva todo, hasta los cardos, la paja y el berberecho, y cualquier sustancia impura que pueda estar creciendo con el grano. No espera para separar el grano de las otras sustancias, sino que lo consume todo. No escatima nada.

Y el ladrón se traga su sustancia - Noyes rinde esto, como Gesenius se propone hacer, "y una trampa se abre tras su sustancia;" Dr. Good, "y de manera rígida abre su sustancia". Rosenmuller mucho mejor:

Cujusquo facultates oxhauriebant sitibundi, copiando exactamente la versión de Castellio. La Vulgata de manera similar, Et bibent sitientes divitias ejus - Y el sediento bebe su riqueza. La Septuaginta, ἐκσιφωνισθείη αὐτῶν ἡ ἰσχύς eksifōnisthein autōn hē ischus - "en caso de que su poder sea absorbido . " El verdadero sentido, tal como lo concibo, es, "el jadeo sediento, o jadeo, después de su riqueza"; es decir, lo consumen. La palabra presentada en nuestra versión común "el ladrón צמים tsammı̂ym es, según las versiones antiguas, lo mismo que צמאים tsâmê'ı̂ym, sediento, y este sentido el paralelismo ciertamente requiere. Tan obvio es esto, que es mejor suponer un ligero error en el texto hebreo, que darle el significado de una trampa ", como lo hace Noyes, y como propone Gesenius (Léxico). La palabra traducida "traga" (שׁאף shâ'aph) significa, propiamente, respirar con dificultad, jadear, soplar; y luego bostezar, desear, absorber; y la sensación aquí es que los sedientos consumen sus propiedades. Toda la figura está tomada de ladrones y freebooters; y no tengo dudas de que Elifaz quería decir implícitamente aludir a la facilidad de Job, y decir que él conocía esos casos, donde, aunque hubo una gran prosperidad temporal, no obstante, en poco tiempo los hijos del hombre que prosperó, y quienes profesaron ser piadosos, pero no lo fueron, fueron aplastados y sus ladrones se llevaron su propiedad. Fue esta similitud del caso de Job con los hechos que había observado, lo que lo sorprendió tanto con respecto a su personaje.

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