"El Dios eterno es tan grande que los hombres se ven obligados a admirarlo profundamente desde lejos. El punto del joven aquí es muy valioso. Si los hombres pasaran más tiempo reflexionando sobre la maravillosa majestad de nuestro gran Creador, serían considerablemente menos preocupados por revolcarse en su propia autocompasión" (Jackson p. 74).

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Antiguo Testamento