2 Corintios 3:7-13

7 Y si el ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, vino con gloria — tanto que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se había de desvanecer — ,

8 ¡cómo no será con mayor gloria el ministerio del Espíritu!

9 Porque si el ministerio de condenación era con gloria, ¡cuánto más abunda en gloria el ministerio de justificación!

10 Pues lo que había sido glorioso no es glorioso en comparación con esta excelente gloria.

11 Porque si lo que se desvanecía era por medio de gloria, ¡cuánto más excede en gloria lo que permanece!

12 Así que, teniendo tal esperanza, actuamos con mucha confianza;

13 no como Moisés, quien ponía un velo sobre su cara para que los hijos de Israel no se fijaran en el fin de lo que se estaba desvaneciendo.

¿Moisés usó un velo cuando hablaba con el pueblo o no?

PROBLEMA: Éxodo 34:33 (RV) afirma que “hasta que Moisés terminó de hablar con ellos, puso un velo [sic] sobre su rostro” (cf. v. 35). Esto implica que tenía puesto el velo mientras hablaba con ellos. Pero esto parece contradecir la declaración aquí en 2 Corintios 3 que no podían mirarlo “fijamente”, lo que implica que lo estaban mirando cuando Moisés habló (vv. 7, 13).

SOLUCIÓN: Traducciones recientes han corregido este problema, Éxodo 34:33 de la siguiente manera: “cuando Moisés terminó de hablar con ellos [el pueblo], puso un velo sobre su rostro”. Esto también encaja mejor en el contexto, ya que este versículo es seguido por la afirmación de que “cada vez que los hijos de Israel veían el rostro de Moisés, que la piel del rostro de Moisés resplandecía, entonces Moisés volvía a poner el velo sobre su rostro, hasta que entró para hablar con Él [Dios]” (v. 35). Entonces salía Moisés, se quitaba el velo y hablaba al pueblo hasta que no podía soportar la gloria, y lo tapaba hasta que entraba de nuevo delante del Señor (v. 34).

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