Al final de los siete días, Jacob recibió a Raquel por esposa, pero tuvo que servir a Labán durante los otros siete años. Aunque la culpa en el asunto recae en Labán más que en Jacob, quien debe haber considerado a Raquel como su verdadera esposa, veremos, como en el caso de Abraham, la infelicidad y los celos que con demasiada frecuencia acompañaban a tales uniones dobles.

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