Advertencia a los filisteos

Esta profecía se asigna, en el título que le precede, al año en que murió el rey Acaz (728 a. C.). Se representa a los filisteos regocijados por la muerte de su opresor, pero se les advierte que su gozo es prematuro, porque les aguardan tiempos peores. El opresor de Filistea al que se hace referencia puede ser (1) Acaz, cuya muerte puede haber sido la ocasión de la expresión, o, más probablemente, (2) Tiglatpileser, cuyo aliado había sido Acaz; en ese caso, Sargón y Senaquerib están indicados por la víbora y la serpiente ardiente ( Isaías 14:29 ), cada uno resultando más terrible y formidable para las naciones de Asia occidental que su predecesor.

El gozo de Filistea es prematuro, porque, aunque aparentemente roto, el poder asirio se recuperará y se volverá más formidable que antes ( Isaías 14:29 ). Mientras Judá escapa, Filistea sufrirá hambre y espada (30), y el humo en el horizonte ya marca la aproximación del invasor (31). Los embajadores filisteos llegaron a Judá para organizar una alianza defensiva; la respuesta del profeta es una expresión de confianza en Jehová, quien ha prometido seguridad a Sion (32).

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