En vano ] es decir, con opiniones necias.

En este capítulo, Eliú sigue a Elifaz al explicar que la justicia es provechosa para los rectos, ya que Dios es demasiado exaltado para tener algún interés propio para servir en la perversión de la justicia. Insiste además en que la razón del silencio de Dios cuando los desdichados le invocan es que su clamor es impulsado por su egoísmo. Ambos argumentos son bastante irrelevantes para el caso de Job.

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