terminado

Así se restableció la adoración de Jehová en Jerusalén, pero no se restauró la teocracia. El remanente que regresó del cautiverio babilónico vivió en la tierra por el sufrimiento de los gentiles, aunque sin duda por el cuidado providencial de Jehová, hasta que vino el Mesías y fue crucificado por soldados del cuarto imperio mundial gentil, Roma, (Daniel 2:40); (Daniel 7:7). Poco después (70 d.C.) Roma destruyó la ciudad y el templo. Vea "Tiempos de los gentiles"; (Lucas 21:24); (Apocalipsis 16:19).

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