Había paz entre Hiram y Salomón, etc.No puede haber ninguna razón por la que un príncipe cristiano no pueda hacer una alianza y la paz con el Gran Turco, el Mogul o el Tártaro, como lo hicieron David y Salomón con Hiram; este último renovó la misma liga que había hecho su padre, según la sabiduría que Dios le había dado. Y, sin duda, los elementos de la religión cristiana aconsejan y prescriben la paz con todos los hombres; es decir, abstenerse y evitar todos los actos de hostilidad con todo el mundo, que vivirá en paz con nosotros, como la mejor, si no la única forma de propagar la verdadera religión y todo tipo de verdad; y es muy extraño, que aquellos que creen que la conciencia no puede ser empujada por la guerra o la violencia, puedan creer que hay personas en el mundo con las que no debemos preservar la paz; a menos que piensen que hay hombres a quienes Dios ha reprobado así, que de ninguna manera los sacaría de su error y los instruiría en el conocimiento de él; y que esos hombres engendrarán otros de la misma infidelidad hasta el fin del mundo; una conclusión que, por muy inevitable que se siga de tales proposiciones, ningún hombre ha llegado a la locura y la maldad para confesar.

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