Y los hombres que no murieron, etc. La doctrina de la intercomunidad llevó a los paganos a la costumbre de cambiar una deidad tutelar por otra; pero el Dios de los israelitas aborrecía absolutamente toda comunidad o alianza con los dioses de los gentiles: y el presente ejemplo de su poder ha puesto esta opinión más allá de toda contradicción. Cuando los filisteos tomaron el arca de los israelitas en la batalla y la llevaron como otro paladio a Asdod, la colocaron en el templo de su dios Dagón, lo cual era consecuencia de su doctrina de la intercomunidad; pero su deidad pasó dos noches tan malas con su nuevo invitado, que a la segunda mañana lo encontraron cortado a su muñón;y este desastre fue seguido por una pestilencia desoladora. El pueblo de Ashdod, que hasta ese momento había tenido la intención de mantener el arca como uno de sus ídolos protectores, ahora declaró que no debía permanecer con ellos, porque la mano del Dios de Israel estaba dolorida sobre ellos y sobre Dagón su Dios. Por tanto, lo enviaron a Gat, otra de sus ciudades, y habiéndolo llevado allí en una procesión religiosa, causó el mismo caos entre ellos.

Luego fue retirado por tercera vez, con la intención de enviárselo a Ekron; pero los hombres de esa ciudad, aterrorizados por las dos calamidades precedentes, se negaron a recibirla, diciendo que habían traído el arca del Gad de Israel para matarlos a ellos ya su pueblo. Al fin, los filisteos llegaron a comprender, por una triste experiencia, que era el mejor camino devolverlo a sus dueños; lo cual hicieron con gran honor, con regalos y ofrendas por la culpa para apaciguar a la divinidad ofendida. Y desde este momento no escuchamos más de ningún intento de las naciones gentiles de unir el culto judío al suyo; pero consideraban al Dios de Israel como una deidad tutelar absolutamente insociable,que no quisiera tener nada que ver con nadie más que con esa gente, o con personas en particular que lo adorarían solo a él; y por tanto, en este sentido, diferente de todos los demás dioses tutelares, cada uno de los cuales estaba dispuesto a vivir en comunidad con todos los demás. Div. Pierna. vol. 4: pág. 54.

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