Saúl es enviado por su padre a buscar las asnas que se habían perdido: Samuel se encuentra con Saúl, lo invita a un banquete con él y le asegura que las asnas fueron encontradas; y como Dios le había ordenado que ungiera a Saúl como rey, él ordena el siervo para pasar antes que él podría declarar los mandamientos de Dios a él solo.

Antes de Cristo 1067.

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