LA SEGUNDA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.

PREFACIO.

S T. El propósito general de PABLO en esta epístola fue el de poner al descubierto a los corintios los artificios de los falsos maestros, por quienes se habían dejado engañar; ch. 2 Corintios 11:13 . Estos eran ciertos judíos, sacados del seno de la sinagoga y prosélitos del cristianismo; quien, aún conservando una inclinación hacia las ordenanzas mosaicas, quiso introducir una parte de esas observancias en la religión cristiana, y unir la justicia de Cristo con la justificación por las obras, para formar una justificación plena y completa. Gálatas 2:4 ; Gálatas 5:1 , etc. Esto es lo que San Pablo llama, en la presente Epístola, una corrupción de la palabra de Dios, 2 Corintios 2:17 y la combate con gran fuerza a lo largo deliii d.

capítulo, en el que muestra admirablemente la superioridad del evangelio sobre la ley, y el ministerio de la nueva dispensación sobre el de la antigua. Casi se persigue el mismo tema en el IV ° Capítulo; y en el v th enseña que Cristo reconcilió al mundo con Dios por su muerte, y que él fue la víctima sagrada que expió todos nuestros pecados, 1 Corintios 16:18 . En el capítulo1 Corintios 16:14 vi habla de las labores de su ministerio, testifica su consideración por los corintios y los exhorta a evitar cualquier relación cercana con los incrédulos, 1 Corintios 16:14 ya que era un lazo que los había traicionado a muchos. faltas, de las que ya había hablado en su epístola anterior, 1 Corintios 8:10 ;1 Corintios 10:14 ; 1 Corintios 10:20 .

En el capítulo VII toca nuevamente el caso de la persona incestuosa que había sido excomulgada ( 1 Corintios 5:1 .) De cuyo arrepentimiento había escuchado con gran alegría. El viii y el ix se refieren a la colecta general que se hace en las iglesias de Grecia para los fieles de Jerusalén; que al no completarse cuando San Pablo escribió esta segunda Epístola a los Corintios, es claro que fue escrita poco después de la primera, donde él había hablado de lo mismo, 1 Corintios 16:1 y consecuentemente, antes de escribir el Epístola a los Romanos, momento en el que se terminaron las colecciones, y él mismo estaba llevando el producto a Jerusalén, Romanos 15:25. Todo el resto de la epístola se emplea para exponer la pompa y la vanidad de los falsos maestros, y para reivindicar su propio ministerio teniendo en cuenta los extraordinarios sufrimientos que había soportado, su celo por las iglesias y las visiones y éxtasis con que el Señor le había honrado.

La necesidad de una legítima defensa le obligaba a hablar de sí mismo en términos dolorosos para su modestia y humildad, cap. 2 Corintios 12:6 pero se lo debía a su propio honor, a la edificación de la iglesia, y aún más a su religión, que estos falsos maestros pensaban que nunca podrían atacar con éxito, si dejaban a San Pablo en el pleno disfrute de su gran reputación.

Continúa después de la publicidad