Ver. 34. El Señor - estaba y juró - Moisés hace hablar a Dios a la manera de los reyes de la tierra; y eso, para acomodarse al débil alcance de nuestro entendimiento. Que Dios no puede estar en una pasión, es cierto; cuando la Escritura lo representa de esta manera, es mejor hacernos comprender cuánto detesta el mal. De la misma manera, si se le presenta jurando, es para dar mayor fuerza y ​​fuerza a sus aseveraciones, conforme a las formas que se establecen entre los hombres.

Es bien sabido que los paganos suponían que sus dioses podían jurar: incluso su dios supremo Júpiter, así como el resto; lo cual demuestra que la idea general que la humanidad ha puesto en el término juramento no significa más que dar las garantías más fuertes y terribles posibles, y no implica necesariamente la invocación de un superior. Vea el guión del Dr. Waterland. Vind. parte 2: pág. 47 y Génesis 6:6 .

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