Ver. 19. Para ponerte por encima de todas las naciones . La mayor gloria y exaltación de cualquier nación es ser especialmente agradecido y obediente a Dios. Es un privilegio muy alto y muy noble, y está lleno de bendiciones que infaliblemente harán que un pueblo sea grande y feliz por encima de todos los demás.

REFLEXIONES.— Moisés hace cumplir todas estas leyes por ese pacto mutuo que subsistió entre Dios y ellos. Como sus mandamientos, estaban obligados a obedecer su deber: como habían declarado que Dios era su Señor, lo que estaba antes de su deber se convirtió ahora en su elección; y como Dios los reconoció por su pueblo y prometió hacerlos grandes y buenos, estaban comprometidos con amor y gratitud para ser fieles. Nota; (1.) Nuestra obediencia a las leyes de Dios debe ser alegre y universal, como toda santa, justa y buena.

(2.) Toda profesión que hacemos de tomarlo por Dios nuestro nos obliga a la fidelidad en su servicio. (3.) Su promesa es hacernos santos y, en consecuencia, hacernos gloriosos; y este debe ser el motivo más atractivo para entregarnos a él, para estar en cuerpo, alma y espíritu, dedicados a su voluntad y servicio: porque lo que él promete obrar en nosotros, podemos, a pesar de toda la corrupción de nuestro corazones, seguramente esperan ver cumplidos por su gracia.

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