Pon tu rostro hacia Jerusalén. Como si Dios hubiera dicho: "Ya que se burlan de ti y te llaman narrador de parábolas, no uses la parábola del bosque del sur, sino habla claramente de Jerusalén e Israel por su nombre". De esta serie del discurso aparece más evidentemente lo que hemos señalado en el versículo 14 del capítulo anterior: que estos capítulos no deben separarse. Ver Houbigant.

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