La sexta parte de un hin ... Un hin era como diez pintas. El profeta debía recibir esta miseria de día en día, y en pequeñas porciones de vez en cuando del mismo día, mientras se sometía a la atención pública. En otras épocas, puede que se le deje a su libertad natural. El acto denotó escasez durante el asedio.

El humano Howard le permite a un prisionero "una libra y media de buen pan de casa al día y un litro de buena cerveza: además de dos veces al día un litro de sopa caliente hecha de guisantes, arroz, leche o cebada". 4to. Éxodo 3 p. 40.

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