Un día de reposo para el Señor. Así como el día de reposo semanal era un testimonio de su fe y de su homenaje a Dios el Creador, el día de reposo anual era un testimonio público de que su tierra estaba consagrada al mismo Dios; que los había establecido en él como sus verdaderos adoradores, y que lo tenían como arrendatarios bajo su mando, su gran señor y propietario. No mencionamos los fines sabios y misericordiosos de esta institución, ya que vienen con más propiedad en lo que tenemos que decir sobre el jubileo.

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