Verso Génesis 22:7. He aquí el fuego y la madera: pero ¿dónde está el cordero?... Nada se puede concebir más tierna, cariñosa y conmovedora, que la pregunta del hijo y la respuesta del padre en esta ocasión. Una paráfrasis lo estropearía; nada se puede añadir sin herir esas expresiones de sumisión afectuosa, por un lado, y ternura digna y sencillez, por otro.

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