Verso Génesis 41:21. Y cuando se las hubieron comido...

Nada puede marcar con más fuerza el exceso y la severidad del hambre que las criaturas de la especie bobina o hipopótamo comiéndose unas a otras y, sin embargo, sin ningún efecto, permanecen tan flacas y miserables como antes. Una sensación de necesidad aumenta el apetito y estimula los poderes digestivos a una acción inusual; por tanto, la mezcla de la comida se vuelve muy rápida y pasa apresuradamente por los intestinos antes de que sus partículas nutritivas puedan absorberse suficientemente; y así, aunque se come mucho, se obtiene muy poco alimento de él. Y cuando se las habían comido, no se podía ver que lo habìan hecho; pues todavía estaban desnutridas y hambrientas como al principio. Una descripción muy nerviosa y físicamente correcta.

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