Verso Levítico 13:18. En su piel había un forúnculo. Scheuchzer supone que este verso y el siguiente se refieren a las úlceras flemónicas, erisipelatosas, gangrenosas y fagedénicas, todas las cuales se sometían al examen del sacerdote, para ver si eran infecciosas o si la lepra no podía tener su origen en ellas. Una persona con cualquier llaga o disposición al contagio era más propensa a contraer la infección por contacto con la persona enferma, que aquella cuya piel estaba sana y saludable, y su hábito era bueno.

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