Prefacio al libro de Levítico

La versión griega de la Septuaginta y la Vulgata en latín han dado el título de Levítico al tercer libro del Pentateuco, y el nombre se ha conservado en casi todas las versiones modernas. El libro se llamó así porque trata principalmente de las leyes y reglamentos de los levitas y de los sacerdotes en general. En hebreo se denomina ויקרא Vaiyikra, "Y llamó", que es la primera palabra del libro y que, como en los casos anteriores, se convirtió en el título general de la totalidad. Contiene un relato de las ceremonias que deben observarse en la ofrenda de holocaustos; comida, paz y ofrendas por el pecado; la consagración de los sacerdotes, junto con la institución de las tres grandes fiestas nacionales de los judíos, la Pascua, Pentecostés y Tabernáculos, con una gran variedad de otros asuntos eclesiásticos. Parece contener poco más que la historia de lo que pasó durante los ocho días de la consagración de Aarón y sus hijos, aunque el arzobispo Usher supone que comprende la historia de las transacciones de todo un mes, a saber, del 21 de abril al mayo de 21, del año del mundo 2514, que corresponde al primer mes del segundo año posterior a la salida de Egipto. Como no existen datos por los cuales se pueda hacer un arreglo cronológico de los hechos mencionados en él, sería inútil saturar la página con conjeturas que, por ser inciertas, pueden responder sin fin al lector serio en busca de doctrina, reproche o edificación en justicia. Como la ley fue nuestro maestro de escuela para Cristo, todo el sistema de sacrificios tenía la intención de señalar al Cordero de Dios, Cristo Jesús, que quita el pecado del mundo.

Al leer este libro, este punto debe tenerse especialmente en cuenta, ya que sin esta referencia espiritual, la lectura de la obra no puede despertar ningún interés. Los principales eventos registrados en este libro pueden deducirse así en el orden de los capítulos: Moisés había establecido el tabernáculo, como se ha relatado en la conclusión del libro anterior; y la nube de la gloria Divina, símbolo de la presencia de Dios, había reposado sobre ella; entonces Dios lo llamó a salir de este tabernáculo y le entregó las leyes y los preceptos contenidos en los primeros siete capítulos.

En Levítico 1 prescribe todo lo relativo a la naturaleza y calidad de los holocaustos y las ceremonias que deben observarse, tanto por la persona que trajo el sacrificio como por el sacerdote que lo ofreció.

En Levítico 2. trata de ofrendas de harina fina con aceite e incienso; de tortas y las oblaciones de primicias.

Levítico 3. trata de ofrendas de paz, prescribe las ceremonias que se utilizarán en tales ofrendas y las partes que deben consumirse con fuego.

Levítico 4. trata de las ofrendas hechas por los pecados de la ignorancia; por los pecados de los sacerdotes, gobernantes y del pueblo.

Levítico 5. trata del pecado de aquel que, habiendo sido conjurado como testigo, oculta su conocimiento de un hecho; el caso del que toca algo inmundo; del que se compromete por voto o juramento; y de las ofrendas por la culpa en casos de sacrilegio y en pecados de ignorancia.

Levítico 6. trata de las ofrendas por la culpa por los pecados cometidos con cococimiento; y de las ofrendas para los sacerdotes, las partes que deben consumirse y las partes que deben considerarse parte de los sacerdotes.

Y en Levítico 7. se continúa el mismo tema.

Levítico 8. trata de la consagración de Aarón y sus hijos; su ofrenda por el pecado; oferta acabada; carnero de consagración; y el tiempo durante el cual deben continuar estos ritos solemnes.

Levítico 9. Después de que Aarón y sus hijos fueron consagrados, al octavo día se les ordenó que ofrecieran ofrendas por el pecado y holocaustos por ellos y por el pueblo, lo cual hicieron en consecuencia, y habiendo bendecido Aarón y Moisés al pueblo, salió fuego de delante de Jehová, y consumió la ofrenda que fue puesta sobre el altar.

Levítico 10. Nadab y Abiú, hijos de Aarón, habiendo ofrecido fuego extraño delante de Jehová, son consumidos; y los sacerdotes tienen prohibido el uso de vino y todos los licores embriagantes.

Levítico 11. trata de animales, peces, pájaros y reptiles limpios e inmundos.

Levítico 12. trata de la purificación de las mujeres después del parto y de las ofrendas que deben presentar ante el Señor.

Levítico 13. prescribe la manera de discernir la infección de la lepra en personas, vestidos y casas.

Levítico 14. prescribe los sacrificios y ceremonias que deben ofrecer los que fueron limpiados de la lepra.

Levítico 15. trata de ciertas impurezas en el hombre y la mujer; y de sus purificaciones.

Levítico 16. trata de la expiación anual solemne que se hace por los pecados del sacerdote y del pueblo, del macho cabrío y del becerro para sacrificio, y del chivo expiatorio; todo lo cual debe ofrecerse anualmente el décimo día del séptimo mes.

Levítico 17. A los israelitas se les ordena ofrecer todos sus sacrificios en el tabernáculo; Está prohibido comer sangre, así como la carne de los animales que mueren por sí mismos y de los que son desgarrados por los perros.

Levítico 18. muestra los distintos grados en los que no se contrajeron matrimonios y prohíbe diversos actos de impureza.

Levítico 19. recapitula una variedad de leyes que se habían mencionado en el libro anterior (Éxodo), y agrega varias nuevas.

Levítico 20. prohíbe la consagración de sus hijos a Moloch, prohíbe sus magos consultores y aquellos que tenían espíritus familiares, y también una variedad de mezclas incestuosas y antinaturales.

Levítico 21. da diferentes ordenanzas sobre el duelo y los matrimonios de los sacerdotes, y prohíbe a los del oficio sacerdotal que tengan ciertos defectos personales.

Levítico 22. trata de las enfermedades e impurezas que hicieron que los sacerdotes no fueran aptos para oficiar en cosas sagradas, y establece las instrucciones para la perfección de los sacrificios que deben ofrecerse al Señor.

Levítico 23. trata sobre el sábado y las grandes fiestas anuales: la pascua, pentecostés, la fiesta de las trompetas, el día de la expiación y la fiesta de los tabernáculos.

Levítico 24. del aceite para las lámparas y del pan de la proposición; la ley sobre la cual ya se había dado, ver Éxodo 25, etc .; menciona el caso de la persona que blasfemó contra Dios y su castigo; establece la ley en casos de blasfemia y asesinato; y recapitula la lex talionis, o ley de igual por igual, prescrita Éxodo 21.

Levítico 25. recapitula la ley, dada Éxodo 23, relativa al año sabático; prescribe el año del jubileo; y establece una variedad de estatutos relacionados con la misericordia, la bondad, la benevolencia, la caridad, etc.

Levítico 26. prohíbe la idolatría, promete una gran variedad de bendiciones a los obedientes y amenaza a los desobedientes con muchas y graves maldiciones.

Levítico 27. trata de los votos, de las cosas consagradas y de los diezmos que deben darse para el servicio del tabernáculo.

No puede adjuntarse ninguna Tabla Cronológica a este libro, ya que sus transacciones parecen haberse incluido en el espacio de ocho días, o de un mes como máximo, como ya hemos visto. E incluso algunos de los hechos relatados aquí parecen haber tenido lugar antes de la erección del tabernáculo; ni el orden en que ocurrieron los demás es tan distinguido como para permitirnos establecer los días precisos en que ocurrieron.

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