Verso 30. Voy, señor.  Todo esto es respeto, complacencia y obediencia profesada; pero no fue: prometió bien, pero no cumplió. ¡Qué multitud de tales hay en el mundo, que profesan conocer a Dios, pero lo niegan en sus obras! ¡Pobre de mí! ¿De qué servirán tales profesiones, cuando Dios venga a quitar el alma?

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