Verso Mateo 7:9. ¿O qué hombre hay a Quién si su hijo...?  

Se exhorta a los hombres a venir a Dios, con la convicción de que él es un Padre muy misericordioso y compasivo, que posee todo el bien celestial y terrenal, sabe lo que es necesario para cada una de sus criaturas y está infinitamente dispuesto a suplir lo que más necesitan. 

¿Le dará una piedra? ¿No le dará fácilmente pan si lo tiene? Este era un proverbio en otros países; Séneca llama panem lapidosum, pan de piedra, un beneficio dado a regañadientes por un hombre avaro. De ahí el dicho de Plauto: Altera manu, fert lapidem, panem ostentat altera. - En una mano trae una piedra y en la otra extiende pan.

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