Versículo 25. Engordaron y se deleitaron.  Se volvieron afeminados, cayeron bajo el poder del lujo, se corrompieron totalmente en sus modales, pecaron contra todas las misericordias de Dios, y luego fueron destruidos por sus juicios. Tenemos un viejo dicho nervioso: "La guerra engendra la pobreza, la pobreza engendra la paz, la paz engendra la riqueza, la riqueza engendra el lujo y la corrupción de las costumbres; y de ahí las contiendas civiles, las guerras extranjeras y las desolaciones". Un sensato historiador romano ha dicho lo mismo: "Imperium facile iis artibus retinetur, quibus initio partum est: verum ubi pro LABORE, DESIDIA; pro continentia et aequitate, LIBIDO atque SUPERBIA invasere: fortuna simul cum moribus IMMUTATUR."

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