Versículo 34. Ni nuestros reyes.  En este versículo reconoce que los reyes, príncipes, sacerdotes y padres , habían quebrantado la ley: pero los profetas quedan fuera; porque continuaron fieles a Dios, testificando por su Espíritu contra los delitos de todos; y esto aun a riesgo de sus vidas.

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