Salmo 101:1-8

1 Salmo de David. De la misericordia y el derecho cantaré; a ti cantaré salmos, oh SEÑOR.

2 Daré atención al camino de la integridad. ¿Cuándo vendrás a mí? En integridad de corazón andaré en medio de mi casa.

3 No pondré delante de mis ojos cosa indigna; aborrezco la obra de los que se desvían. Ella no se me pegará.

4 El corazón perverso será apartado de mí; no reconoceré al malo.

5 Al que solapadamente difama a su prójimo, a ese yo lo silenciaré; no soportaré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.

6 Mis ojos pondré en los fieles de la tierra para que habiten conmigo. El que anda en camino de integridad, ese me servirá.

7 No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentira no se afirmará delante de mis ojos.

8 Por las mañanas cortaré de la tierra a todos los impíos para extirpar de la ciudad del SEÑOR a todos los que obran iniquidad.

Salmo 101-106

Salmo 101

El rey justo habla

1. El carácter del Rey ( Salmo 101:1 )

2. Sus justas demandas de sus súbditos ( Salmo 101:4 )

Salmo de David. Habla como rey acerca de sí mismo y de los de su reino. Pero es evidente que una vez más habla como profeta del verdadero Rey, el Hijo, a quien Dios había prometido por medio de él, nuestro Señor Jesucristo. Él es un Rey de perfecta justicia, lo que no fue David. Este verdadero Rey está en completa comunión con Jehová, porque es uno con él. No tolerará el mal en su reino de justicia.

Los orgullosos y los malvados no son sufridos por Él. Él destruirá temprano (mañana tras mañana) a los impíos de la tierra y todos los malhechores serán eliminados de la ciudad del Señor. Aquellos que caminan en un camino perfecto le servirán.

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