Salmo 61:1-8

1 Al músico principal. Con Neguinot. Salmo de David. Escucha, oh Dios, mi clamor; atiende a mi oración.

2 Desde el extremo de la tierra clamaré a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo

3 porque tú me has sido refugio y torre fortificada delante del enemigo.

4 Que yo habite en tu tabernáculo para siempre y me refugie al amparo de tus alas. Selah

5 Pues tú, oh Dios, has oído mis votos; has dado heredad a los que temen tu nombre.

6 Días sobre días añadirás al rey; sus años serán como generación tras generación.

7 Estará para siempre delante de Dios; designa la misericordia y la verdad para que lo guarden.

8 Entonces cantaré salmos a tu nombre para siempre, para pagar mis votos día tras día.

Salmo 61-68

Salmo 61

La identificación del rey con su pueblo

1. Su clamor y su clamor ( Salmo 61:1 )

2. Su respuesta y exaltación ( Salmo 61:5 )

Los siguientes ocho Salmos están agrupados y conducen nuevamente a la liberación final de Israel y la gloria del Señor. La pregunta en relación con este Salmo es, ¿quién es el rey cuyos años serán de generación en generación, es decir, para siempre? ¿Quién permanecerá en la presencia de Dios para siempre? El antiguo Targum judío dice que es el Rey Mesías, que es la verdadera respuesta. Esta es la clave de este Salmo.

Se considera que el Rey, Cristo, se identifica con el remanente. Caminó sobre la tierra confiando, teniendo como Hombre dependiente Su refugio en Dios. Y así confía el remanente piadoso y, al huir a la roca que es más alta que ellos, también encuentra allí su refugio. Y cuando el Rey regrese, tendrán su plena liberación.

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