Introducción a 1 Juan 1.

En este capítulo, el apóstol da un resumen del Evangelio, y la evidencia de la misma, y ​​de allí las prensas a una vida y conversación sagrada, la suma del Evangelio es Jesucristo, quien se describe tanto como Dios como al hombre; Su deidad se expresa por ser lo que era desde el principio, la palabra de vida, la vida y la vida eterna; su humanidad al ser la vida manifestada en la carne, de la cual los apóstoles tenían evidencia total por los diversos sentidos de ver, escuchar y manejar, y por lo tanto, fueron capaces de dar testimonio de la verdad, 1 Juan 1:1. Y los fines tenían en vista a dar este resumen, evidencia y testimonio, eran, que los santos escribían a que pudieran tener comunión con los apóstoles, cuya compañera era con el Padre, y su Hijo Jesucristo, y que su alegría al escuchar estos. Las cosas pueden estar llenas, 1 Juan 1:3. Y la cantidad del mensaje declarada por ellos fue, que Dios es ligero, o un ser puro y santo, y que no hay oscuridad de pecado, o desenfoque en él; Por lo que todos los que pretenden la comunión con él, y viven un curso de vida pecaminoso, son mentirosos; solo tales tienen compañerismo con él, y con su hijo, cuya sangre los limpia de todo pecado, que viven vidas y conversaciones sagradas, 1 Juan 1:5, que no se espera Ese hombres deberían ser claros del ser del pecado en esta vida, solo que deberían, tan a menudo como pecar, ser humillados, y confesarlo ante Dios, que los perdonarán y limpiarlos de toda la injusticia; Pero en cuanto a aquellos que afirman que no tienen pecado en ellos, o cualquiera de ellos, son autogocuos, la verdad de la gracia no está en ellos, ni la Palabra de Dios, y lo hacen un mentiroso, 1 Juan 1:8.

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