y el hombre de Dios dijo al rey ,. En respuesta a su civilidad a él, para asegurarle que no le estaba sin desprecio a él, ni lo haría, o leve a su favor, sino en obediencia a la voluntad de Dios:

Si quieres dar la mitad de la casa ; de las riquezas en ella, e incluso de su reino:

no iré con ti, tampoco comeré pan ni bebo agua en este lugar ; este lugar idolatroso; la razón sigue.

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