lo que no escuchó su voz ,. Su lujuria estaba tan inflamada y enfurecida, de que no podía atender ningún argumento, aunque era tan forzado, que le ofrecieron:

pero siendo más fuerte que ella, la obligó a ella, y yacía con su ; Si ella gritó o no, como lo dirige la ley en tales casos, Deuteronomio 22:25; no se dice; Ella podría, y nadie la oye y venga a su ayuda; O podría no elegir exponer a su hermano a sus sirvientes.

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