hace la tormenta una calma ,. Como hizo Cristo por una palabra hablando, Marco 4:39.

para que las ondas de los mismos estén todavía ; y rugir y tirar más, pero cayó; Y el mar se vuelve liso y silencioso, su furia cesa: el mar enojado, como lo llama Horace P, se vuelve tranquilo y pacífica; ver.

Salmo 89:9.

P "NEC HORRET IRATUM YAE", HORAT. Epod. ODE 2. v. 6. "NEC Maris Ira Manet", Ovid. Metamorfo. l. 12. Fabuloso. 7.

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