Por tanto, el SEÑOR Dios de Israel dice: Yo a la verdad dije que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí para siempre; pero ahora dice el SEÑOR: lejos de mí; a los que me honran honraré, y los que me desprecian serán tenidos en cuenta.

(u) Las promesas de Dios solo son efectivas para aquellos a quienes da fe para temerle y obedecerle.

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