2 Corintios 3:3

[Por cuanto sois] (a) manifiestamente declarados ser la epístola de Cristo (b) administrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del (c) Dios viviente; (1) no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. (a) El apóstol dice esto sabiamente, para que poco a poco pued... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:4

Y tal (d) confianza tenemos a través de Cristo hacia Dios: (d) Mostramos esta valentía, y así podemos jactarnos gloriosamente de la dignidad y el fruto de nuestro ministerio.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:5

No es que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar cualquier cosa como de nosotros mismos; pero nuestra (e) suficiencia [es] de Dios; (e) En el sentido de que somos apropiados y capaces de hacer partícipes a otros hombres de una gracia tan grande.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:6

(2) El cual también nos hizo ministros capaces del nuevo pacto; no de la letra (f), sino del espíritu: porque la letra mata, pero el espíritu vivifica. (2) Amplifica su ministerio y el de sus semejantes: es decir, el ministerio del Evangelio comparándolo con el ministerio de la Ley, que considera e... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:7

Pero si el ministerio de muerte, escrito (g) [y] grabado en piedra, fue (h) glorioso, de modo que los hijos de Israel no pudieron contemplar fijamente el rostro de Moisés por la gloria de su rostro; la cual [gloria] iba a desaparecer: (g) Impreso y grabado: para que por este lugar podamos percibir... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:8

¿Cómo no será más bien gloriosa la (i) ministración del espíritu? (i) Por el cual Dios ofrece, en verdad, y da el Espíritu, no como algo muerto, sino como Espíritu vivo, vida que obra.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:9

Porque si el ministerio de condenación es con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia. (k) Es decir, de Cristo. Y puesto que nos es imputado como nuestro, no somos condenados, y lo que es más, también somos coronados como justos.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:11

Porque si lo que (l) se quitó [fue] glorioso, mucho más lo que queda [es] glorioso. (l) La Ley, de hecho, y los diez mandamientos mismos, junto con Moisés, son todos abolidos, si consideramos el ministerio de Moisés aparte por sí mismo.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:12

(3) En vista de que tenemos tal esperanza, usamos una gran franqueza de expresión: (3) Él muestra en qué consiste esta gloria de la predicación del Evangelio: es decir, en que establece clara y evidentemente lo que la Ley mostró oscuramente, porque envió a los que la oyeron a ser sanados por Cristo... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:13

(4) Y no como Moisés, que se cubrió el rostro con un velo, para que los hijos de Israel no pudieran mirar fijamente al (m) fin de lo que ha sido abolido: (4) A lo largo del camino, expone la alegoría de la cobertura de Moisés, que era una señal de la oscuridad y la debilidad que hay en los hombres,... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:17

Ahora bien, el Señor es ese Espíritu: y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. (n) Cristo es ese Espíritu que quita esa cubierta, obrando en nuestros corazones, a lo que también la Ley misma nos llamó, aunque en vano, porque habla a los muertos, hasta que el Espíritu nos da vida.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:18

(5) Pero nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. (5) Continuando en la alegoría de la cubierta, compara el Evangelio con un vaso, que aunque es muy brillante y cente... [ Seguir leyendo ]

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