Entonces vino Semaías profeta a Roboam y a los príncipes de Judá que estaban reunidos en Jerusalén a causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis abandonado, y c) por tanto también yo te dejó en la mano de Shishak.

(c) Significa que ninguna calamidad puede sobrevenirnos a menos que abandonemos a Dios, y que Él nunca nos dejará hasta que lo hayamos desechado.

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