Y muchos trajeron presentes al SEÑOR en Jerusalén, y presentes para Ezequías rey de Judá, de modo que fue (q) engrandecido a los ojos de todas las naciones desde entonces.

(q) Así, después de la angustia, Dios envía consuelo a todos los que con paciencia le esperan y confían constantemente en sus misericordias.

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