E hizo lo malo ante los ojos de Jehová: no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel.

(l) Debido a que esta idolatría era tan vil y casi increíble, que los hombres debían abandonar al Dios vivo para adorar a los becerros, obra de las manos del hombre, por eso la Escritura la repite a menudo en el oprobio de todos los idólatras.

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