Y el rey de Israel dijo a Eliseo, cuando los vio: (l) Padre mío, ¿los heriré? ¿Los heriré?

(l) Los malvados usan palabras reverentes y graves para con los siervos de Dios, cuando piensan en recibir alguna bendición de ellos, aunque en su corazón no pueden soportarlas.

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