Sube a la cumbre del Pisga, y alza tus ojos al occidente, al norte, al sur y al oriente, y míralo con tus ojos, porque no pasarás este Jordán.

(l) Como antes vio por los espíritus de la profecía el buen monte que era Sión: así aquí sus ojos se elevaron por encima del orden de la naturaleza para contemplar toda la abundante tierra de Canaán.

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