Y también que los vasos de oro y plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo que [está] en Jerusalén y llevó a Babilonia, sean restaurados y (b) llevados de nuevo al templo que [está] en Jerusalén, [cada uno] a su lugar, y [los] colocar [los] en la casa de Dios.

(b) Es decir, Zorobabel a quien él encarga.

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