Y el rey, levantándose del banquete del vino en su ira, entró en el jardín del palacio; y se levantó Amán para pedir por su vida a la reina Ester; porque vio que había (c) el mal decidido contra él por el rey.

(c) Su conciencia lo acusaba de que así como había conspirado para la muerte de inocentes, la venganza de Dios recaería sobre él por lo mismo.

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