Y Jetro dijo: (d) Bendito sea el SEÑOR, que te libró de la mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, que libró al pueblo de la mano de los egipcios.

(d) Por esto es evidente que adoraba al Dios verdadero y, por lo tanto, Moisés no se negó a casarse con su hija.

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