Y el (b) temor de ti y el pavor de ti será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, sobre todo lo que se mueve [sobre] la tierra, y sobre todos los peces del mar; en tu mano son entregados.

(b) En virtud de este mandamiento, las bestias no se enfurecen tanto contra el hombre como lo harían, sí, y muchas sirven a sus propósitos con él.

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