Y siete sacerdotes llevarán delante del arca siete trompetas de cuernos de carnero; y el séptimo día rodearéis la ciudad siete veces, y los sacerdotes tocarán las trompetas.

(e) Que la conquista no se asigne al poder del hombre, sino a la misericordia de Dios, que con las cosas más débiles puede vencer a las que parecen más fuertes.

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