Pondréis, pues, diferencia entre bestias limpias e inmundas, y entre aves inmundas y limpias; y no haréis abominable vuestras almas por las bestias, ni por las aves, ni por ningún ser viviente que se arrastra sobre la tierra, que Me he separado de ti por inmundo.

(k) Comiéndolos en contra de mi mandamiento.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad