Que venga ante ti el suspiro del (i) preso; según la grandeza de tu poder, preserva tú (k) a los que están destinados a morir;

(i) Quienes, aunque fueron justamente castigados con respecto a Dios por sus pecados, sin embargo, en consideración a su causa, fueron injustamente asesinados.

(k) Que estaban cautivos entre sus enemigos y no podían buscar nada más que la muerte.

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