Del alfarero dice la Biblia que pisa el barro para poderlo trabajar (Is. 41:25); y forma su vasija en el torno (Jer. 18:3). Buena parte de la alfarería de Oriente se hace de una manera muy simple. El artesano hace girar la rueda con los pies, y con sus manos le imprime forma a la vasija. Estas vasijas son sumamente frágiles, y ello es a menudo mencionado en las Escrituras. Así es como el Señor someterá a sus enemigos: los desmenuzará como vasija de alfarero (Sal. 2:9; Is. 30:14; Ap. 2:27).

El alfarero, al hacer sus vasijas como él desea, constituye una hermosa ilustración del poder de Dios como Creador, y es aplicada a Israel (Jer. 18:2-6). Es también ilustrativo de la soberanía de Dios (Ro. 9:20, 21).


Elija otra letra: