Uno de los amigos de Job, suhita, quizá descendiente de Súa, el hijo de Abraham y Cetura. No comprendió en absoluto el caso de Job, y sólo pudo llegar a la conclusión de que éste estaba siendo castigado por su maldad, en tanto que Dios había declarado que Job era justo. La ira de Dios se encendió contra Bildad; pero cuando él, junto con sus dos compañeros, ofrecieron un sacrificio y Job hubo orado por ellos, Dios le aceptó (Jb. 2:11; 8:1; 18:1; 25:1; 42:9).


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