(a) = «alto, elevado».

Descendiente de Itamar y sumo sacerdote de Israel (1 S. 1:9; cp. 1 R. 2:27; 1 Cr. 24:3, 6). El primer libro de Samuel comienza con Elí como sacerdote. Samuel fue consagrado al servicio del Señor por su piadosa madre, y estuvo al servicio del tabernáculo bajo Elí. Los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, eran «hijos de Belial». Ayudaban a su padre, pero interferían en las ofrendas de la gente del pueblo, y pecaban en gran manera ante el pueblo. Elí habló con sus hijos acerca de las malas acciones que estaban cometiendo, pero no con la necesaria energía para impedir que deshonraran al Señor. La responsabilidad de mantener al pueblo de Dios ante Él residía en la casa sacerdotal. De ahí lo enorme del pecado de los jóvenes, y la gran responsabilidad de Elí por su negligencia. Un hombre de Dios fue a Elí, y le dijo claramente que estaba honrando a sus hijos antes que a Dios, detallándole algunos de los juicios que iban a abatirse sobre su casa, y que sus dos hijos morirían en un mismo día.

Como Elí permitió que sus hijos siguieran en sus pecados, Dios le envió un mensaje por medio de Samuel, recordándole los juicios de los que le había advertido el hombre de Dios, y repitiendo que era debido a que «sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado». Elí se sometió piadosamente a Dios, diciendo: «Jehová es; haga lo que bien le pareciere. » Pero siguió sin corregir el mal, para lo cual ya posiblemente fuera impotente. Éste fue el gran fracaso de Elí, aunque es evidente que por otra parte buscaba mantener el honor de Dios. Temblaba de temor cuando el arca fue llevada al campo de batalla, lo que terminó con el desastre de la captura del arca por parte de los filisteos y la muerte de sus dos hijos. «Ichabod» es el nombre que marca el estado de Israel debido al pecado de Elí: «traspasada es la gloria». Al oír estas tristes noticias, Elí cayó hacia atrás de la silla en que estaba sentado y murió desnucado. Había juzgado a Israel durante cuarenta años y tenía 98 (1 S. 1-4). Su descendiente Abiatar fue echado del sacerdocio por Salomón en cumplimiento de la palabra del Señor con respecto a la casa de Elí en Silo (1 R. 2:27).

(b) ELÍ, ELÍ, ¿LAMA SABACTANI?

Frase aramea que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt. 27:46).

Parece extraño que hubiera los que creyeran que era una llamada a «Elías». Este error puede haber sido cometido por algunos que no comprendieran el lenguaje usado. En Mr. 15:34 se usa una variante, «Eloi».


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