«Monte sagrado». Monte llamado Sirión por los sidonios y Senir por los amorreos (Dt. 3:8, 9) este último nombre designaba especialmente una parte de la cadena (1 Cr. 5:23). En ocasiones el Hermón era llamado «monte de Sión» (Dt. 4:48).

Bajo Moisés y Josué esta cumbre constituía el límite nororiental de las conquistas de Israel (Dt. 3:8, 9; Jos. 11:3, 17; 12:1; 13:5, 11; 1 Cr. 5:23).

La poesía hebrea lo asocia con el Tabor (Sal. 89:13), Sión (Sal. 133:3), Líbano (Cnt. 4:8), pero el Hermón sobrepasa a todos.

Situado en el extremo sur de la cadena del Antilíbano se eleva a más de 2 800 metros de altura. Desde su cumbre, que se divisa desde numerosos lugares de Palestina, se ve una maravillosa panorámica, alcanzando el Líbano, la llanura de Damasco, Tiro, el Carmelo, los montes y las llanuras de la Alta y Baja Galilea, el lago Hulé y el mar de Galilea.

El Hermón tiene tres cumbres. La más alta es la que se halla al sudeste. La traducción íntegra del Sal. 42:6, 7 es: «Es en ti que pienso yo, desde el país del Jordán, desde los Hermones.» Este plural designa probablemente el conjunto de la cordillera.

La cima está coronada de nieves perpetuas; de ella descienden, hacia numerosos valles, los glaciales elongados.

La transfiguración de nuestro Señor se produjo probablemente en una de sus zonas retiradas, más bien que en la cumbre de la montaña. El nombre árabe del Hermón es Djebel es-Sheikh. (Véase TRANSFIGURACIÓN.)


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