(cfr. heb. «hawwãh», «pueblo de tiendas»; ár. «hiwã», «grupo de tiendas»).

Una de las razas de cananeos que ocupaban el país antes de la conquista israelita (Gn. 10:17; Éx. 3:17; Jos. 9:1, 2).

Se dividían en muchos grupos. Uno de éstos moraba en Siquem en la época de Jacob (Gn. 33:18; 34:2). Muchas generaciones después de la conquista, sus descendientes seguían ejerciendo su influencia en esta ciudad (Jue. 9:28).

Había también un grupo de ellos en Gabaón y alrededores. Josué, víctima de una treta de ellos, formalizó un tratado de paz y alianza con ellos. Cuando se descubrió su engaño, quedaron sometidos a la condición de siervos (Jos. 9).

Parece que la colonia hevea más importante se hallaba al pie del Líbano; se extendía desde el Hermón hasta la entrada de Hamat (Jos. 11:3; Jue. 3:3). Hasta la misma época de David, los heveos tuvieron sus propios pueblos en estos montes septentrionales.

Los que permanecieron dentro de la Palestina propia se vieron obligados, como los otros cananeos que se hallaban en el país, a tomar parte en las grandes construcciones de Salomón (1 R. 9:20-22; 2 Cr. 8:7, 8).

Puede suscitarse la cuestión de si los heveos formaron alguna vez un pueblo con características propias. Se ha especulado que en épocas remotas los horeos, que hay quien los identifica con los hurritas, fueran equivalentes en Gn. 36:2, 20, 29; Jos. 9:7 y 13; LXX. Es posible que los heveos fueran una subdivisión étnica de los horeos. (Véase HOREOS.)


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