Profunda y estrecha torrentera con pendientes escarpadas y rocosas, al suroeste de Jerusalén, que separa el monte Sión, al norte, del monte del Mal Consejo y de la meseta de Refaím al sur.

Este valle es mencionado en la Biblia por primera vez en Jos. 15:8; 18:16, donde viene a ser el límite entre Judá y Benjamín.

Sobre el lugar alto de Tofet, en el valle de Hinom, los padres pasaban a sus hijos por el fuego, como sacrificio a Moloc. Acaz y Manasés cometieron este abominable crimen (2 Cr. 28:3; 33:6). Jeremías anunció que Dios castigaría esta perversidad de una manera terrible, llevando a tal matanza de israelitas que el valle recibiría el nombre de valle de la Matanza (Jer. 7:31-34; 19:2, 6; 32:35). Josías profanó el lugar alto, a fin de inhabilitarlo para los ritos idólatras y para detener los sacrificios (2 R. 23:10). A causa de sus horribles sacrificios humanos, y también debido a su profanación por Josías, y posiblemente porque allí también empezaron a quemarse las basuras, este valle vino a representar una imagen de pecado y de maldición.

Una alteración del nombre hebreo «Gë ben-Hinnõm» (Ge-Hinnõm) dio el término de Gehena, que llegó a ser el nombre empleado para designar el lugar del castigo eterno. (Véase CASTIGO ETERNO.)


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